domingo, 8 de febrero de 2015

La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.   Antonio Machado

 
Después de dos semanas con un dolor insoportable en las costillas, este fin de semana ese dolor atravesó lo meramente físico para llegar hasta el fondo del alma y es que una vez más la vida a puesto a prueba a mi familia arrebatándonos una parte importante de ese corazón enorme que nos mueve día a día.
Podrán robarnos lo físico pero nunca podrán quitarnos los recuerdos, los sentimientos, nuestra infancia, esa en la que comprendimos que entre nosotros la palabra primos no existía ya que crecimos como hermanos..... nada ni nadie podrá arrebatarnos nunca nada de eso.
Ha sido un finde duro muy duro, de esos que te marcan para toda la vida y uno no logra comprender por qué pasan estas cosas cuando menos te lo esperas sin un motivo ni una razón, simplemente pasan y ves como uno de los pilares de la familia de nuevo se tambalea aunque nada ni nadie podrá jamás derribarlo.

Esta tarde he decidido volver a correr después de tres semanas, lo necesitaba más que nunca para evadirme de todo lo vivido en las últimas horas y la verdad es que ha ido bastante bien, el dolor se ha reducido bastante aunque noto una fuerte presión en el pecho que me dificulta la respiración. Seguiré probando esta semana, pero creo que con un poco de suerte llegaré a la maratón de Sevilla, otra cosa es que pueda completarla. Sueño con el momento en el que cruce la meta en el estadio de la Cartuja, siempre en los últimos metros me gusta mirar al cielo en busca de esa mirada cómplice de quién me dio la vida y que me da calor en el último esfuerzo. A partir de ahora ese gesto será compartido y serán dos las personas que desde arriba me den ese último empujón hacia la meta.
Mañana es de nuevo lunes y vuelve el día a día aunque algunas cosas no volverán a ser como antes, para los que estamos en Trujillo todo es más fácil, a los que se quedaron allí les tocará vivir con la ausencia de esas pequeñas cosas y gestos que daban forma a la rutina diaria. Mucha fuerza a todos y mucho ánimo para seguir adelante y es que aunque cueste asimilarlo, la vida debe seguir  aunque siempre tendremos presente tu recuerdo y todos esos buenos momentos que nos diste incluso cuando no tenías fuerzas para ello pero en fin así es la vida , nunca podremos cambiarla y tal vez lo único que me duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti

ÑEKE

"Que el dolor cuando es por dentro, es más fuerte, no se alivia con decírselo a la gente...."

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