viernes, 27 de febrero de 2015

            MARATÓN DE SEVILLA

Son las 7 de la mañana, después de una noche sin apenas pegar ojo me levanto, desayuno habitual, café y tostadas y el mismo ritual de siempre para vestirme antes de una carrera. A las 7:40 mi amigo y anfitrión Jose decide llevarme en moto al estadio ya que es posible que las calles estén ya cortadas, después de varias vueltas conseguimos localizar a mis compañeros de equipo a los que no había visto en todo el fin de semana. Entramos en el estadio a soltar las bolsas y de allí camino de la salida. Cada uno va buscando su cajón y poco a poco nos vamos separando entre miles de corredores, a duras penas Aurelio y yo llegamos hasta la cinta que separa nuestro cajón con el siguiente, hay tensión, suena la música y de pronto por los altavoces se oye la cuenta atrás del diez al uno. No se bien si este es el punto final a varios meses de trabajo o es el principio, solo se que delante tengo el reto deportivo más grande de mi vida, 42km más de tres horas donde piernas, cabeza y corazón trabajarán a tope para lograr el objetivo.
El fin de semana comenzó para la mayoría el viernes aunque algunos llegaron el sábado. Yo me alojé en casa de mis amigos Jose e Isa que como siempre hicieron gala de una hospitalidad exagerada y es que en su casa uno se siente como en la propia.
 
El sábado por la tarde fuimos a la feria del corredor a retirar el dorsal y ya se respiraba atletismo por los cuatro costados, con una cuidadísima organización y numerosos stand de prendas deportivas, y eso sí, un fallo enorme el de no comprobar los dni a la hora de retirar los dorsales. Tras el paso por la feria paseo por el centro de la ciudad y es que aunque el día amenazaba con lluvias, al final se quedó una tarde espléndida.



Después de dos años corriendo medias maratones esto era totalmente diferente, el ambiente la organización, el entorno, todo te hacía sentirte como un atleta profesional tanto a nosotros como a nuestras familias que se fueron contagiando del ambiente y no dejaron de animar en ningún momento.
 
Tras el pistoletazo de salida el primer problema era hacerse con un hueco para poder correr entre tanta gente y a eso le dedicamos los 2 o 3 primeros km, cuando por fin logramos hacernos con un hueco comenzamos a disfrutar de la carrera. Aurelio tenía claro cual era el objetivo mientras que yo no tenía claro como enfocar la carrera después de las lesiones así que decidí seguir el ritmo que el marcara. Finalmente decidimos correr por sensaciones y olvidarnos de los planes conscientes de que la jugada podría salirnos cara, como así fue en los últimos kms ya que al principio marcamos ritmos muy por debajo de lo que teníamos pensado, quizás por el subidón de las miles de personas que se agolpaban en cada calle animando a nuestro paso y por su puesto por la belleza del recorrido en pleno corazón de Sevilla.
El paso por el diez mil lo hicimos en 45minutos, entonces íbamos hablado, bebiendo en los avituallamientos y saludando a la gente que no dejaba nunca de animar, todo perfecto para ir a buscar la media.
El paso de la media fue de 1:35 muy por debajo de lo planeado y seguíamos encontrándonos de lujo, ahí fuimos conscientes de que o bien rompíamos el crono o bien nos rompíamos nosotros pero ya era tarde para echar el freno por lo que decidimos mantener el ritmo en busca del 30.000 y del temido "muro".
En el 25 marcamos nuestro mejor registro con un ritmo de 4:14 y en el 30  a 4:30 y a partir de ahí fue cuando notamos que la gasolina se estaba acabando y aún teníamos 12 kms por delante. Hasta el 35 conseguimos mantener el ritmo por debajo de los 5 minutos pero ya las piernas dejaban de responder, la cabeza quería otra cosa y el corazón tomaba el mando tirando del resto del cuerpo. Entrábamos en una de las partes más bonitas del recorrido por el parque de Maria Luisa y la plaza de España donde nos esperaban cientos de personas y grupos de música animando la carrera, pero ya habíamos dejado de disfrutar y empezamos a sufrir la cruda realidad del maratón, las calles se hacían interminables y en mi cabeza solo había un deseo, el de dejar de correr. Al dolor de rodilla y del pecho que ya traía de serie se unía un dolor en la planta del pie izquierdo que me obligaba a apoyar con el exterior del pie y así llegamos al 40 marcando 5:18 y tras dos interminables kms por fin llegamos al túnel que daba entrada al estadio, era llamativo ver a muchos corredores parados sin poder correr a tan solo unos metros del objetivo final. la entrada al estadio y esos200 mts finales arropados por el calor de las familias fue sin duda lo más bonito de la carrera. Paré el crono en 3:22:18 aunque oficialmente sean 3:23:14 muy por debajo de lo que tenía pensado y es que al final la jugada no nos salió nada mal, arriesgamos y no perdimos.

Rotos por el esfuerzo recogimos nuestra medalla y entonces apareció Gorka apenas tres minutos después, en el túnel de salida nos dieron un avituallamiento sólido y líquido todo con una organización muy cuidada y fuimos a buscar a nuestras familias, bueno más bien nos buscaron ellos a nosotros, jejeje.... abrazos con todos y abrazos también con los compañeros de equipo que iban llegando a meta.
De mis compañeros es difícil destacar a ninguno, todos se merecen el máximo respeto, ellos me han enseñado a amar y a respetar el deporte y a comprender que  con esfuerzo, trabajo y compañerismo se puede alcanzar cualquier meta, siempre estuvieron animándome en los momentos en los que estuve a punto de arrojar la toalla.
Pero sí me gustaría destacar la gesta de Joselete que está haciendo una temporada de escándalo, todo gracias al trabajo que hace cada día, es sencillamente admirable como deportista y como persona y obtuvo su premio con un crono de 2:37 y el puesto 70 en la general, sin duda el mejor deportista de Trujillo a día de hoy.
Detrás de Joselete entró Paco con otro tiempazo 2:46  Jose Grande tercer trujillano con 3:11, después entramos Aurelio y yo, Gorka lo hizo en 3:26 luego vino nuestra primera fémina, Yolanda en 3:47 y Miguel que se fue a 3:55 por problemas físicos, Virginia 4:04 también en su debut y Casallo y Juan Carlos llegaron en torno a las 4:20 horas.
Destacar también a Candi que lesionado y consciente de que no podía correr decidió tomar la salida y aguantó 20km y a Juan Augusto que tampoco viajó por lesión, para ellos habrá más oportunidades. También recordar a nuestro jefe ,el maestro Broncano, quién sufrió y mucho desde casa.
En fin, es difícil expresar con palabras todo lo vivido en ese fin de semana, solo se que cada día me gusta más este deporte de locos y que habrá un antes y un después del maratón de Sevilla, por supuesto espero que el después sea mejor y que seguiré planteándome retos al lado d esta gente tan estupenda que forman atletismo Trujillo.
Y como una imagen vale más que mil palabras os dejo con algunas fotos y con un video que hice que aunque no se ve muy bien refleja claramente lo que es y significa hacer un maratón
 
ÑEKE
 
 
 
 























































 
 
 

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